Comenzó un nuevo año de equinoterapia. Todos los viernes desde las 14hs participan más 25 chicos de todas las edades con distintas capacidades, dificultades motrices e intelectuales, lleva más de 10 años funcionando en el Frente Costero de Carhué.
Brindan un espacio semanal de terapia con caballos, de encuentro y contención, donde los chicos juegan, meriendan y festejan sus cumpleaños.
Actualmente este proyecto en el que un grupo de voluntarios comenzó a trabajar hace una década, se encuentra en un momento de mucho crecimiento: están terminando el quincho que les permitirá mejorar la actividad los días de frío y al mismo tiempo están tramitando la Personería Jurídica que oficializará a la institución y potenciará su desarrollo.
¿Qué es la Equinoterapia?
La equinoterapia es una terapia física y mental complementaria, cuyo elemento central es el caballo. Este animal es usado para ayudar a personas discapacitadas a mejorar su calidad de vida. La equinoterapia como actividad abarca cuatro áreas disciplinarias diferentes: medicina, psicología, pedagogía y deporte.
El caballo se comporta socialmente en forma noble, equilibrada. Por su naturaleza herbívora, el caballo desarrolló un intenso sensor de energía, para prevenir los peligros. Esto hace de ellos seres muy sensibles, que se relacionan con las personas desde la conciencia emocional: lo que sienten, lo reflejan en su comportamiento. Por eso, los que van a este tipo de terapias, desarrollan una relación emocional con el caballo que les permite movilizar todo aquello que los angustia, los paraliza o los atemoriza. Eso los hace curarse desde lo sensorial y no desde lo verbal.
Los caballos con los que se trabaja en equinoterapia son de raza criolla o mestizos, no tienen más de 1,60 m de altura, y tienen entre 8 y 15 años. Deben ser domados en forma natural, sin sometimiento, lo cual da una total seguridad para trabajar y confiar en ellos. De acuerdo con la patología y contextura física de la persona que realiza la actividad, se evaluará qué caballo es el adecuado. En todos los casos deben ser animales que previamente han sido evaluados en su doma por los equinoterapeutas y entrenados para tal fin. No deben ser asustadizos y deben estar familiarizados con todo el material didáctico que se utiliza en pista: aros, pelotas, bastones, burbujeros, música, maracas, peluches, entre otros. Es un trabajo que requiere de un cierto tiempo dependiendo de cada animal para tener la confianza y certeza de que no se produzcan accidentes.