La Dirección de Bromatología de Adolfo Alsina y SENASA llevaron a cabo las tareas de vacunación antirrábica en el Albergue Catón de la ciudad de Carhué. Los profesionales vacunaron 103 animales.

La vacunación es obligatoria para perros y gatos una vez al año desde los 3 meses de edad dado que es la única herramienta de prevención para una enfermedad que no tiene cura y provocar la muerte.

Adopción

Ciento tres perros, que esperan encontrar una familia que los adopte, fueron vacunados. Las personas que deseen contactarse pueden visitar el albergue o comunicarse a través de Adopción Canina en Facebook. Los animales a adoptar son sanos y están muy bien cuidados.

La rabia

La rabia es una enfermedad viral que afecta al sistema nervioso de los mamíferos, incluyendo a los seres humanos, que en la gran mayoría de los casos presenta desenlace fatal.

Es una enfermedad prevenible a través de la vacunación, tanto en animales como en humanos. En nuestro país los perros y los gatos son los principales transmisores de rabia pero también pueden serlo algunos animales silvestres como los murciélagos.

El virus presente en el animal infectado se puede transmitir a través de la herida causada por una mordedura, o bien cuando el animal lame una parte del cuerpo de la persona lastimada recientemente.

Si se encuentra un murciélago, lo aconsejable es no tocarlo. Avisar al centro de zoonosis de su municipio para que sea un técnico quien lo retire y lo envíe al laboratorio para su análisis.

En caso de sufrir una mordedura de un animal, lavar la herida con abundante agua y jabón, no colocar alcohol ni otro desinfectante, y concurrir rápidamente al centro de salud más cercano para ser evaluado por un médico.

Cuando esté indicado, debe aplicarse la vacuna antirrábica humana lo más inmediatamente posible después de ocurrida la exposición.

Para prevenirla es necesario vacunar a los perros y gatos contra la rabia, desde los 3 meses de edad y una vez por año durante toda su vida.

En las personas los síntomas que deben hacer sospechar el diagnóstico de rabia son: fiebre, inquietud, dificultad para tragar, dolor de cabeza, sensación de hormigueo en el sitio de mordedura o lamedura, días después de haber sido agredido por un animal.

Una vez que comienzan los síntomas, es una enfermedad que no tiene cura y produce la muerte.

En los perros y gatos los síntomas incluyen cambios de comportamiento, agresividad, salivación excesiva, imposibilidad de tragar o de beber, pupilas dilatadas, convulsiones, parálisis y muerte.

Los murciélagos con rabia también tienen cambios en el comportamiento, a menudo pueden verse de día y estar caídos.

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