La vuelta al Lago Epecuén es mucho más que una carrera. Es la intención de recuperar la historia de un pueblo. Un pueblo que nació para el turismo y fue uno de los centros termales más famosos del mundo. La inundación de 1985 dejó a esa villa turística bajo el agua y el paso del tiempo la borró del mapa.
El agua bajó hace más de 15 años, y las ruinas de un tiempo de esplendor emergieron como memoria viva de aquello que nadie debe olvidar.
El Lago Epecuén es un espejo de agua de casi 30 kilómetros de largo, tiene un índice de salinidad más alto que el Mar Muerto, el barro con altas propiedades curativas y las aguas termales conforman un polo de atracción que hoy se centra en la ciudad de Carhué, a sólo 9 kilómetros de la antigua villa inundada hace más de tres décadas.
La Vuelta al Lago Epecuén tiene su origen en la idea de resignificar el pasado para unirlo con un presente próspero. Correr entre las ruinas de la villa es una experiencia transformadora, tanto para el corredor como para el lugar. Es correr en medio de la historia. Por eso encarar la vuelta al lago para pasar por las ruinas y retornar a la ciudad tiene un doble significado:saber que el hombre siempre puede cuando se lo propone, y que el futuro es un camino que se construye con voluntad.
La Vuelta al Lago Epecuén es una carrera de ultra distancia, con 60 kilómetros de terreno técnico pero sin grandes desniveles. La costa del lago tiene barrancas, arena, suelo salino, 6 arroyos, bosques de caldenes y campo, algunos caminos vecinales y las famosas ruinas de Villa Epecuén. Sin embargo la convocatoria no está abierta sólo para ultra maratonistas y aventureros de la larga distancia, habrá otros 2 circuitos de 21 y 10 kilómetros. Todos los circuitos correrán entra las ruinas. De esa forma la unión del pasado con el presente será una sensación que experimentarán todos los corredores, elijan la distancia que elijan.
Circuitos
60k. Se largará de madrugada desde la plaza principal de Carhué y ya en los primeros kilómetros, los corredores deberán avanzar por un terraplén que se interna en el lago para salir a campo traviesa hacia una vieja área urbanizada que nunca llegó a tener habitantes. Tendrán senderos y caminos que los depositarán en un enorme bosque de caldenes, el árbol sagrado de los ranqueles, pueblo originario de la zona sudoeste de las provincias de Buenos Aires y La Pampa. El suelo salitroso será uno los obstáculos a vencer, ya que si bien es duro, el alto índice de humedad hace que se hunda algunos milímetros. En la mitad de la carrera ya habrán vadeado al menos 3 arroyos que pueden tener un metro de agua y simplemente el barro residual del fondo. Las Ruinas de Villa Epecuén se integran al recorrido en el kilómetro 45, y esa experiencia renovará la mente de los corredores; entrarán por el extremo norte, desde un viejo camping rodeado de árboles blancos de sal para acercarse al antiguo ejido urbano por la costa del lago y hacer un recorrido de entre 4 y 5 kms entre las ruinas. El final de la carrera une el camino del viejo matadero, un edificio monumentalista del famoso arquitecto Salamone, con la plaza central de Carhué. Donde los pobladores recibirán a los corredores que completaron la prueba y lograr unir el pasado con el presente.
21K. Largará a media mañana desde la antigua estación de trenes de Villa Epecuén, los corredores serán trasladados desde el centro de Carhué hasta una hora antes del horario de largada. Una larga calle de tierra, coronada por enormes eucaliptus, guiará a los corredores hasta la primera intersección que los llevará a una huella que deriva en un cross country. Desde allí tendrán un pequeño desnivel en descenso para cruzar un bañado y acercarse por el sur el antiguo edificio del matadero. Pasarán por la pista de un viejo autódromo, para luego retomar hacia el norte por un camino de tierra y alcanzar el ingreso a las ruinas por el mismo sitio que los corredores de 60 K. Desde ese punto compartirán el mismo recorrido que quienes vienen de dar la vuelta al lago. Muchos de los corredores de los 21K seguramente sentirán un gran interés aspiracional por dar, algún día, la vuelta completa.
10K. argarán del mismo lugar y con el mismo horario que los 21K. Sin embargo en el kilómetro 2, cuando la carrera se bifurque, quienes hagan la distancia más corta seguirán corriendo con el ingreso a las ruinas de Villa Epecuén de frente. Entrarán a las ruinas, recorrerán parte de ellas, unos mil metros, y se habrán unido a los corredores de las otras distancias; para luego terminar en la plaza central de Carhué. De esa forma habrán cumplido también con el propósito de correr a través del tiempo.
La inscripción se realiza a través del sitio www.vueltalagoepecuen.com.ar